El comercio no levanta cabeza y se postergan expectativas para un repunte de la industria del retail
A pesar de una inminente disminución de las tasas de interés, analistas consideran que una serie de otras variables mantendrán bajo la lupa al sector.
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El comercio tenía las fichas puestas en el segundo semestre de 2023. Era la fecha en que se proyectaba el comienzo del repunte de una industria que, tras un boom histórico impulsado por los retiros de las AFP y ayudas estatales, había sufrido las consecuencias de la posterior inflación y el exceso de inventarios.
Sin embargo, llegada la fecha, el optimismo parece diluirse. Los gremios del sector, a mayo anotaban más de un año de caídas mensuales de las ventas minoristas y un descenso por debajo de los niveles prepandemia. Y en junio, en su último Informe de Política Monetaria (IPoM), el Banco Central también corrigió a la baja sus expectativas para el consumo privado. La caída de un 3,8% que proyectaba en marzo pasó a ser de 4,9%.
“Esa es una caída fuerte”, dice Bernardita Silva, gerenta de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio (CNC). “Probablemente las caídas van a ser menores por un tema de base de comparación, pero los niveles de consumo van a seguir débiles de aquí a fin de año”.
El gremio estimó para este período una baja de entre un 2,5% y un 3,5% para el comercio, más pesimista que otros pronósticos, y no ha movido esa proyección por ahora. “Es una desaceleración que va más allá de la normalización esperada, después de niveles insostenibles de venta”, resume Silva.
Posición de las empresas
En vista de ese escenario, este lunes, la clasificadora de riesgo Feller Rate modificó, a la baja, las perspectivas para Ripley e Hites.
“Ello, debido a las mayores presiones en el segmento retail evidenciadas en los últimos trimestres, a raíz del menor consumo a nivel regional, cuya estimación para los próximos periodos se mantiene desafiante”, escribió en uno de sus informes.
El retroceso en las perspectivas se plantea a pesar de aspectos favorables de cada compañía, que llevaron a mantener sus respectivas clasificaciones, como lo fue la venta de su participación en Nuevos Desarrollos –sociedad inmobiliaria que compartía con Mallplaza- y el término de la construcción de dos centros comerciales por parte de Ripley, y los menores niveles de deuda que ha mostrado Hites.
Patricio Del Basto, analista de la clasificadora de riesgo Humphreys, opina que “las ventas del sector, en particular las no relacionadas con alimentos, seguirán debilitadas (…) independiente de cuando comience la recuperación, no se espera un repunte significativo”.
Del Basto explica que las clasificaciones de los retailers con los que trabajan ya tienen incorporado la posibilidad de escenarios restrictivos y las evaluaciones justamente apuntan a la capacidad de respuesta ante escenarios de estrés. Pero, en general, en esta industria se ven niveles aceptables de liquidez.
“El desafío principal del sector es cómo incrementar sus ventas dentro de un contexto que, lo más probable, sea de muy bajo crecimiento económico para los próximos dos años (…) las perspectivas de crecimiento dependerán más de la capacidad de los distintos operadores para generar un mix de oferta que esté de acuerdo a la demanda”, sostiene.
Factores clave
Silva, de la CNC, enfatiza que la recuperación no será de la noche a la mañana y que es necesario ponderar una serie de indicadores. En particular, destaca la confianza de los consumidores, el crecimiento de la masa salarial –que contempla los niveles de ocupación formal y los salarios reales-, la carga financiera de los hogares y, sobre todo, la inversión.
Por eso, dice que no basta con que el Banco Central baje las tasas, sino que la cuota de incertidumbre considera todas estas variables.
“Obviamente, una baja tasa de interés sería favorable para el sector, pero lo que más favorecería, que se ve difícil en los hechos, es un fuerte impulso al crecimiento económico del país, que nunca está desalineado con lo que sucede en el mundo, el cual tampoco presenta perspectivas tan satisfactorias”, sostiene Del Basto en la misma línea.
Para apoyar su análisis, comparte la incidencia de factores como el índice Ipsos de confianza de los consumidores y las expectativas económicas del Banco Central para el país.
Ninguno de los dos, señala, ha mostrado mejoras en los últimos meses.